
Color, sensualidad, frescura, confort y, sobre todo, feminidad. ¡Cómo me gusta esta última palabra! Un término en absoluto reñido con el feminismo, al contrario, de la unión de ambos nace una fuerza casi invencible. Todo lo anterior se da cita en un lencero que, junto con la maleta para estas vacaciones, protagoniza el post de hoy. No es la primera vez que me arranco con un vestido de este tipo como clave de un look, y no es de extrañar, me vuelven loca (algunas de las publicaciones del pasado otoño dan fe de ello: “Vestido lencero, avance otoñal”, “Slip dress, versión fall18”).
Hablamos de una prenda ideal tanto para llevar sola como superpuesta a una camiseta. Debajo de un jersey o camisa abierta. Con sandalias o alpargatas, ya sean planas o de tacón. Incluso alcanza el estatus de cool con unas simples chanclas. Funciona no sólo en época estival, también podemos lucirla en entretiempo y, hasta en las temporadas más frías (tal como reflejan los posts referidos en el anterior párrafo). Esta versatilidad la convierte en una pieza que no debe faltar en nuestra veraniega maleta. Centrándonos en el vestido de esta semana, su color amarillo mostaza, una tonalidad térrea y muy cálida, combina a la perfección con una cazadora denim en blanco. Otro motivo más para no olvidar meter un lencero en nuestro equipaje.
Una opción diferente, y muy boho chic, es entallar la cazadora con un cinturón. El que llevo es un trenzado elaborado en fibra natural y rematado con perlas. Y lo mejor… en otro look podemos usarlo a modo de un estiloso collar veraniego.
El vestido es de nueva adquisición, lo encontré hace un par de semanas en una de esas maravillosas tiendas que se esconden en los pueblecitos que salpican la costa alicantina. Los dos cortes laterales liberan al cuerpo de toda restricción. Su fluidez proporciona comodidad y absoluta libertad de movimiento. Es cierto que los vestidos ajustados (también tendencia este verano) consiguen resaltar la anatomía femenina recordando a la mujer, de una forma bastante vehemente, la existencia de su cuerpo y la capacidad de seducción que éste posee. No obstante, la feminidad va más allá de un mero marcaje de curvas. Entronca directamente con el estilo, la clase y la personalidad.
Otro elemento clave del outfit, las alpargatas. El “handmade”, o hecho a mano, se está haciendo con una posición privilegiada dentro de las colecciones. Complementos en fibras vegetales como el yute, la rafia, el mimbre, la alpaca o el lino se han convertido en los reyes de los accesorios. Las sandalias que llevo son de la firma de Cos. Elaboradas en yute, en su realización se ha seguido un proceso propio, exclusivo y artesanal. Derrochan estilo y, lo más importante, son extremadamente cómodas y frescas. Entre sus seguidoras, Letizia Ortíz.
Cartera de mano en acolchado blanco y cierre dorado.
Concluyendo, con un sencillo lencero se pueden idear diferentes looks para lucir durante una escapada veraniega. El del post de hoy se carateriza por un estilo boho pero muy cool aderezado con eso que se ha dado en llamar “artesano chic”. Os dejo una propuesta similar porque…. ya sabéis, tenéis una maleta que preparar.
Vestido, Samaruc (Moraira). Similar HERE
Cazadora denim, ZARA (SS19)
Sandalias, de COS
Cartera. Similar HERE
Cinturón trenzado, Dona Alpargata
Gafas de sol, VOGUE
Delia Tundidor Castellanos
Posted at 02:49h, 16 agostoUn look muy chic!!! Me encanta el vestido lencero, y con la cazadora y el cinturón se ve espectacular!!!😍
Sol
Posted at 09:24h, 06 septiembre¡Gracias! 🙂