Llegó el verano y con él el tie-dye, ese famoso y casero teñido anudado. Un año más lo vestiremos. ¡Ojo!, mejor si lo hacemos siguiendo un código distinto al que tradicionalmente ha impuesto su ADN hippie. Aunque el origen se sitúa en el Japón e Indonesia del siglo VIII, fue en el Woodstock de la paz y del amor donde surgió la tendencia tal cual la conocemos. No obstante, y como ya sabéis, todo lo inventado está en constante proceso de reinterpretación y este estampado no iba a ser menos. De las espirales psicodélicas que subió al escenario Janis Joplin en aquel verano del sesenta y nueve al street style más cool cincuenta años después.
Ha dejado de estar asociado a prendas de mercadillo para pasar a tener incluso su versión deluxe. Actualmente goza de gran popularidad, demasiado mainstream, en parte debido a su versatilidad. ¿Qué pensarían de esto aquellos chicos de la contracultura hippie de finales de los sesenta? Pues no lo sabemos y, sinceramente, ahora no vamos a investigarlo. Me temo que estoy empezando a divagar, como en tantas otras ocasiones. Paro y paso a centrarme en lo verdaderamente importante, el outfit de esta semana que como ya habréis imaginado tiene algo de tie-dye. He llevado a la práctica uno de los looks que propuse en mi último post (“El lado trendy de mi closet”).
Una camiseta con teñido a un solo color en contra del más clásico multicolor. Pantalones campana, o flare pants, de talle alto. Juego a combinar el blanco con el rosa. Stilettos para añadir chic. Como complementos, gafas de sol con toque futurista y mini cesta de mimbre. Ruptura total con el tradicional look asociado a este estampado.
Y como siempre, os dejo una propuesta similar para que luzcáis tie-dye en clave chic.
Cristina
Posted at 22:10h, 27 junioMuy chulo este outfit. Yo tengo la camiseta en tonos azules 👍😘