
Sólo dos días después de regresar de Ibiza, tocaba preparar maleta para Fuerteventura. Una isla muy tranquila, paraíso para amantes del windsurf y del kitesurf.
Se trataba de descansar. El hotel elegido era idóneo para ello, Meliá Beach House.
Preciosas las vistas desde la habitación.
En la isla se mezclan los paisajes desérticos con el azul y blanco de las playas.
COSTA CALMA
EL COTILLO
CORRALEJO
MORRO JABLE
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