
Seguimos sin dejar los clásicos. Ya he comentado en anteriores posts que la moda, año tras año, no cesa en su afán por reinterpretarlos. El turno es ahora para el vestido camisero. Un modelo altamente femenino y muy recurrido, especialmente durante la época veraniega. Esta vez, sin embargo, nos va a servir para componer un outfit adaptado a las bajas temperaturas.
Me he decantado por uno de punto canalé en color negro y manga larga. En contra de lo que a a primera vista pueda parecer, es realmente arriesgado optar por un vestido de estas características si no se tiene especial cuidado al elegir el resto de elementos integrantes del look. Corremos el riesgo de caer en eso que se ha dado en llamar “viejoven”. Así pues, huyendo del peligro, recurro a una cazadora denim tamaño oversize y con cuello e interior de borreguillo. Me parece la prenda exterior perfecta para esta versión del camisero.
Botas altas en piel marrón. Dotamos de cierto espíritu setentero al conjunto.
Un pequeño bolso cofre de bambú en color negro aporta el punto chic.
Este modelo de cazadora (Levi’s) nos permite añadir un cuello de pelo en un tono marrón anaranjado, en las dos fotos siguientes se puede apreciar. He preferido no usarlo. Me gusta más el efecto final que proporciona el color natural del borreguillo, mejora la línea cromática del outfit y, al mismo tiempo, lo aligera.
Como ya he mencionado, elijo llevar la chaqueta con su cuello original.
La cazadora ampliamente oversize es el contrapunto perfecto al clasicismo austero del vestido. Además, supone un regreso a los más auténticos 90’s.
Seguimos con los contrastes, bolso mini vs. maxi chaqueta.
Si preferimos, o necesitamos, un bolso más grande y práctico que pueda soportar el frenético ritmo del día a día, un shopping bag es una opción fantástica.
Cristina
Posted at 20:11h, 10 diciembreGenial. 👍
Sol
Posted at 23:01h, 12 diciembre🙂