
Durante los últimos años no ha dejado de crecer la práctica de eso que se ha dado en llamar “tardeo”. En mi ciudad, Valencia, cada vez somos más los que gustamos de salir al aperitivo y dejarnos llevar hasta la hora de la cena para retirarnos justo después. En ocasiones, la reunión puede disolverse antes pero en otras se alarga hasta altas horas de la madrugada, en mi caso particular puedo decir….¡no tenemos medida!
El fin de semana pasado decidimos trasladarnos a la cuna del tardeo, Alicante. Queríamos conocer de primera mano cómo se tardea por allí.
Comenzamos a las 13:00 horas del sábado con unas tapas en Sento para luego continuarlas en la calle Castaños, concretamente en El Xuquet.
Unas marineras en Sento.
Unas ostras y salazones daban el pistoletazo de salida a nuestra tarde. La citada calle Castaños a reventar. Ni una mesa libre en las terrazas. Nos habían dicho que no sólo se tardeaba en éstas, también en las discotecas que asoman a Castaños y sus aledañas. ¿Cómo? ¿Discotecas por la tarde a mi edad? Eso era algo que pertenecía a mi época de adolescente. Alucinante. De la luz del día al oscuro ambiente de la madrugada de un sábado con sólo atravesar un umbral. Realmente curioso, y como donde fueres haz lo que vieres….a las 17:30 h ya estábamos dentro de una de ellas disfrutando de la música indie que tanto nos gusta, totalmente imbuidos del aura que habitualmente rodea nuestras salidas nocturnas de fin de semana. La verdad es que me encantó.
El look de lo más cómodo para aguantar tanta actividad. Pantalones pitillos negros con camiseta del Hard Rock Moscow. Una americana azul marino de corte masculino y, por si la temperatura hacía de las suyas, una sudadera echada sobre los hombros. Y, por supuesto, sneakers blancas de piel como calzado. Para estas jornadas que se alargan bastante me gusta echar mano del modelo Le Pliage de Longchamp.
Las gafas de sol de Cheap Monday.
A las 20:00h en la calle de nuevo. Las terrazas seguían a rebosar y el sol iluminaba todavía con fuerza la ciudad. Entramos en un par de garitos más. A las 22:00h decidimos parar y buscar un restaurante donde cenar. Una retirada a tiempo es una victoria, así que acabada la cena nos fuimos al hotel. Aún quedaba el domingo. Fin de nuestro tardeo, a la 01:00 h ya estábamos plácidamente en la cama.
El sábado había sido realmente divertido y, dado su timing, nos iba a permitir disfrutar plenamente de la soleada mañana del domingo. Tras el desayuno, ruta a pie hasta el castillo de Santa Bárbara, para luego continuar con un merecido refrigerio a modo de cerveza en el Barrio de Santa Cruz y, finalmente, acabar con un arrocito en la zona del puerto.
Pantalones vaqueros de talle alto y tobilleros. Un body negro de manga corta con vivos en blanco y una cazadora denim. Otra vez las sneakers blancas. Bolso azul con print de Georges Rech.
Descanso vespertino en el hotel y, como guinda a otro día perfecto, cena en la maravillosa barra del Nou Manolín. Un fin de semana de diez y una reafirmación, “sí al tardeo”. Totalmente recomendable como plan de finde con amigos.
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