A nudos con la camisa y a nudos con el look de hoy. Sólo espero poder desenredarlos. El motivo, casi tres meses después del post del 2 de mayo vuelvo a incluir mallas ciclistas en uno de mis outfits. Arriesgo mucho, me consta que aquella publicación no fue de las más aplaudidas. No se puede agradar a todo el mundo, tampoco es mi intención hacerlo. Las críticas tienen la extraña habilidad de motivar. De modo que, siguiendo mi instinto y, sobre todo, haciendo gala de una más que razonable cabezonería, vuelvo a la carga con las tan temidas mallas. Y como esto va de asumir riesgos, he optado por una prenda con un perfil más deportivo que la que propuse el pasado mayo.
Reconozco que se trata de una pieza difícil de encajar en looks más allá de los meramente pensados para la práctica del deporte. Pero es tan cómoda que me pregunto… ¿por qué no vestirla fuera del gimnasio? El outfit que os propongo esquiva la trampa de caer de lleno en lo sporty, lo hace ayudándose del resto de componentes del look. Para la parte de arriba, una camisa fluida anudada en su parte inferior, y en mi más que preferido color verde. Sandalias de tiras finas, conocidas como naked sandals, aportan minimalismo, discreción y comodidad. Tanto éstas como la intensa tonalidad aceitunada de la camisa constituyen los elementos diferenciadores necesarios para conformar un streetwear del lujo a pesar de las más que criticadas mallas ciclistas.
Bolso bandolera en color natural y ante negro.
Las sandalias de tiras finas, también en ante negro, aligeran el conjunto.
¡Cómo me gustan los nudos en camisas y camisetas! A veces por simple necesidad, las llevo tan grandes que una buena opción es anudarlas, y siempre por su resultado estético. Se trata de una constante en mis outfits. Algunos ejemplos de ello: «Pantalón de talle alto«; «Flare pants, un look Ángel de Charlie«; «La falda vaquera«; «Camisa estampado cómic«, y otros más.
Como veis, éste es un look muy sencillo de montar. Cualquier camisa de corte masculino y tamaño oversize funcionará genial con unas simples mallas… ¡no las temáis!
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